CHIARA FUMAI
The Rise and the Fall of Madonna Horiente
20 de diciembre hasta el 3 de
febrero.
The Rise and the Fall of Madonna Horiente, primera exposición individual en nuestro
país de Chiara Fumai, arranca bajo las premisas de una antigua diosa pagana que
trae a la contemporaneidad luz sobre la historia iconográfica.
Según la
historiografía tradicional encontramos en el mundo paleocristiano un momento de
sintetismo, apropiación y reconversión de las imágenes y divinidades paganas en
la transición al cristianismo. Como observamos en las fuentes clásicas las
imágenes se traducen desde los códigos de un panteón de múltiples dioses hacia
el monoteísmo del catolicismo. El ejemplo del que se sirve Chiara Fumai es el
de Madonna Horiente, una divinidad pagana y oculta, entre una Diana cazadora y
una bruja con poderes de predicción del futuro. Pero, además, Madonna Horiente
daría respuesta a la imposibilidad de un feminismo cristiano. Esta cuestión ha
sido retomada durante las últimas décadas a través de diferentes corrientes
espirituales entre las que sobresale el “Club Maria” cuya divisa es compartir
con el mundo la figura de la Virgen María como imagen feminista del
cristianismo. En su labor de transmisión de la fe por una Virgen María
feminista, “Club Maria” invita a Chiara Fumai a crear una pieza de arte
contemporáneo. Fumai responde oficialmente en Secreto provato (performance desarrollada en la Quadriennale de
Roma, 2016 y proyección con la que se abre la exposición en Valencia) con una
rotunda negativa. Su investigación en torno a las figuras de poder de las
mujeres en diferentes épocas arguyen su posición a lo largo de toda la
exposición. Sin embargo, su forma de responder es a través de una lectura sobre
la escritura automática mostrando cómo la médium es capaz de transcribir una
realidad desconocida derivando en una manifestación paranormal. Nada
excepcional, en el trabajo de Fumai, puesto que la artista italiana nos tiene
acostumbrados a los trances de Eusapia Palladio y a la escritura automática
sobre sus fotografías, telas o muros fruto de la autohipnosis y la posesión de su
voluntad por diferentes activistas feministas que la toman como medio para
proclamar su discurso.
Las tesis de
Fumai, para descartar los motivos y misión del “Club Maria”, comienzan durante el
verano pasado en su estancia neoyorquina en la residencia en la DENA Foundation
en el análisis de ciertas alegorías. El origen se halla en tres imágenes
creadas por la artista en torno a las “apariciones marianas” (Astral Body (Diana’s left eye), Astral
Body (Pineal), Astral Body (08/07/2016)
y que varían su forma: dos cajas de luz que se abren como ojos y un pañuelo de
seda que pende de un instrumento de protección. En forma de triángulo invertido una fotografía capta la aparición de una
mujer desnuda, cuya ropa ha perdido tras la lectura del abracadabra “Labon
Dolon Acus” en un parque. Su cuerpo aparece escondido tras la luz cegadora que
desprende. Mientras que en la parte inferior del triángulo se retoma la imagen
de la constelación de Orión. ¿Podríamos ver en esta aparición una exaltación de
una mujer que se rebela contra el patriarcado?
Quizá no
tengamos respuesta sobre esto. Pero desde luego Madonna Horiente se inscribe en
esa imposible sacralización de una diosa pagana de principios de la Edad Media,
el principio y el final del Caos, una bruja cuyo origen nace en el mundo antes
del culto a María. Por eso, su historia es como un tartamudeo en sus labios
(pieza sonora en que Madonna Horiente se nos revela como una fuente de poder),
un nombre difícil de entender bajo la mirada de la Inquisición y que serpentea
resurgiendo de los muros como un texto. Por eso, su cuerpo debe ser
descuartizado, para que nunca vuelva a habitar en este mundo, así se proclama la
caída de su culto. Sin embargo, los símbolos que la acompañan sugieren la
protección contra los malos e impuros espíritus. Los símbolos paleocristianos,
-) --- << - (-, en sus Hanger, que
recuerdan los rayos de una divinidad terrible caen sobre el predicador homófobo
que aparece en el vídeo de Per Vas
Nefandum. Mientras que un octaedro de manos forma, mediante lenguaje de
signos, la palabra G.A.B.R.I.A.C.H que se formula en la antigua brujería como
protección de quien entre en la sala.
El suelo recoge
las cartas que el “Club Maria” ha enviado a Chiara Fumai y que ella ha
destrozado ante su insolente propuesta.
De nuevo, en la
proyección del piso superior (Per Vas
Nefandum, 2016), nos encontramos con el predicador vestido de blanco que
retomando la parafernalia y la gestualidad de los clásicos predicadores
evangelistas como Kathryn Kuhlman o Aimee Semple McPherson condena la homosexualidad citando las
palabras de la Biblia. Ante este discurso, Annie Jones (personaje recurrente en
la obra de Fumai) vestida de rojo y con su característica barba refuta las
palabras del predicador a través de la interpretación ocultista del Apocalipsis
según Aleister
Crowley. Por último, el vídeo queda enmarcado en la constelación Orion,
exactamente en la nébula favorita de la artista, la “Cabeza de bruja”.
Hacia “Cabeza de bruja” se dirige Chiara Fumai en un viaje astral
en las fotografías Witch Head Nebula (Astral) y Witch Head Nebula (Projection)) donde su cuerpo pasa por las diferentes
fases de desmaterialización. Una travesía llena de humor y misterio hacia lo más
profundo del universo.
Johanna Caplliure
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