María Ruido, L'oeil impératif, 2015 |
L’écran en conflit.
María Ruido
Una exposición comisariada
por Johanna Caplliure.
El
sueño ha terminado y la visualidad de los cuerpos es cercenada por millones de
pantallas que ponen en conflicto la operación de un ojo imperativo. Los
conflictos de la dialéctica del capitalismo desbocado implican que la tierra
que pisamos, entre fisuras y temblores, perdure yerma en la forma del Estado.
Estado-fábrica, estado-nación, estado-muerte. Este incierto pasaje de la biopolítica de Foucault y Agamben a la necropolítica de Mbembe no es otro que
la travesía que tiene su origen en el trabajador de la fábrica y su destino en
el trabajador para la muerte. La violencia del capital se infringe en cada
cuerpo por la labor que este desempeña bajo un tiempo suspendido. Esta
violencia invisibiliza la deslocalización de la mano de obra, el trabajo de los
cuidados, la historia de los afectos y las narraciones migrantes. Una tarea que
configura el gran trabajo de las postrimerías del siglo XX y del XXI, la
producción de la máquina muerte y la instrumentalización humana. No se puede
trabajar contra la muerte.
María
Ruido ahonda en una genealogía del presente que dista de las meras
investigaciones en torno al operaismo y
la lucha de clases. Puesto que pone en circulación un imaginario que tiene como
reto mostrar los vínculos entre el capitalismo postfordista, la locución de
género y raza, la historia y la memoria o la frontera y la precariedad en el
interior del totalitarismo de la globalización. Ruido construye imágenes operativas
que son inextricables de una deconstrucción de la historiografía, allí donde
las transiciones del aparato del estado pasan por un devenir necropolítico. Mientras los ciclos de
luchas quedan oscurecidos por la dominación de la Historia, Ruido apela al
desocultamiento de los conflictos que han marcado los cambios en la política de
la servidumbre, las transformaciones de los sujetos y los desplazamientos
discursivos poniendo en el punto de mira la violencia de los cuerpos. La
pantalla opera en conflicto en cuanto la imagen que la precede y la excede se
sitúa en el interior de la violencia epistémica. Cuando usa documentos
históricos, películas y propias filmaciones produce un discurso de
cuestionamiento del imaginario político. Las imágenes se montan en la mesa de
edición produciendo una politización del
archivo y una reescritura del significado de estas.
En un texto de
1995, Trabajadores saliendo de la fábrica,
Harun Farocki testimoniaba cómo las entrañas de la fábrica nunca habían sido
recogidas fílmicamente. Ni siquiera se conocen imágenes que pertenezcan a la
insumisión de los trabajadores en el lugar del enfrentamiento. Por eso, cuando
María Ruido introduce la cámara en el espacio de trabajo hace posible que la
fábrica sea pensada en imágenes, pero también arma un dispositivo de lucha.
Puesto que abrir la fábrica es mostrar su maquinaria técnica y humana; es
enseñar los mecanismos del relato y de la producción; es penetrar en las
tecnologías de sujeción.
María Ruido, Tiempo real, 2003 |
En
los ensayos fílmicos de María Ruido las imágenes toman posición en la
construcción de subjetividades. Diríase que hace de lo inefable imagen
operativa. La intrincada relación entre muerte, producción e imágenes se
extiende en la forma impura del ensayo visual. El pensamiento se construye en
cada operación fílmica, en cada una de las imágenes que arden y se consumen
ante nuestra mirada, y la muerte se impone como última ficción de nuestra
existencia. El límite no se halla en la muerte, las imágenes perviven
construyendo el significado de nuestra historia.
María
Ruido es artista,
investigadora y docente. Actualmente vive en Madrid y en Barcelona, donde es
profesora en el Departamento de Imagen de la Universidad de Barcelona. Entre
sus exposiciones individuales destacan Total
Work
junto a Ursula
Biemann (Sala Montcada, Barcelona, 2003), Os
Traballos e os días (Galería Ad Hoc, Vigo, 2006), La escena del crimen (Sala A. Palacios, Círculo de Bellas Artes,
Madrid, 2008), Work & Words (1997-
2008) (Museo Carrillo Gil, México D.F., 2009), Plan Rosebud: producing bodies, building memories (C. C. Puertas de
Castilla, Murcia, 2010) y L’oeil
impératif (Centre d´Art Santa Mònica, Barcelona, 2015). Entre las
exposiciones colectivas en las que ha participado en los últimos años se
encuentran: Visto y no visto (MNCARS, Madrid, 2009); 11º Istanbul
Biennal (Istanbul, 2009); Monument to
Transformation (Centro Cultural Montehermoso, Vitoria, 2010); Educando el saber (MUSAC, León, 2010);
MANIFESTA 8 (Murcia/ Cartagena, 2010); Images
at Works (Index Foundation y Rumänska kulturinstitutet, Estocolmo, 2010); Ejercicios de memoria (Centre d´Art La
Panera, LLeida, 2011); Temor y deseo de
ser devorado (Bòlit Centre d´Art, Girona, 2011); Decolonial Aesthetics (Fredric Jameson & Nasher Museum of Art,
Duke University, Durham, 2011); VideoStorias (ARTIUM, Vitoria, 2011); Rencontres
Internationales (Paris/Berlin/Madrid, 2011-2012); Genealogías feministas en el arte español 1960- 2010 (MUSAC, León,
2012). Además, sus ensayos documentales han sido visionados en numerosos
festivales internacionales de cine.
L’écran
en conflit circula
en torno a la proyección de las siguientes películas de la autora: La memoria interior (2002), Tiempo real (2003), Ficciones anfibias (2005), Zona
franca (2009), Le rêve est fini
(2014) y L’oeil impératif (2015).
El
día 13 de febrero se visionará L’oeil
impératif en una presentación pública junto a María Ruido y Johanna
Caplliure en el contexto del ciclo Cine
por venir en el IVAM. A partir de este día se añadirá al resto de películas
proyectadas en la galería.
21/01/2016 - 11/03/2016